Antes de todo, ¿qué es un MITO?
Las ciudades de Turín y Milán se encuentran separadas entre sí por 125 kilómetros únicamente, son ciudades que históricamente presentan una rivalidad que se manifiesta en múltiples aspectos, buscando superar la una a la otra. El aspecto que a nosotros nos llama la atención de estas ciudades son las bebidas. En Turín nace el Vermut, un símbolo propio de la ciudad, gracias a Antonio Benedetto Carpano que en 1786 fue el primero a comercializar el vermouth a nivel nacional e internacional. Por supuesto Milán no se queda atrás, hace del Amaro Campari creado por Gaspare Campari en 1860 su propio aperitivo. Ambas llegan a ser las bebidas más extendidas de la época y, claramente, a alguien se le ocurrió unirlas creando el cóctel Milano-Torino o MI-TO (Campari y Vermut dulce a partes iguales), con lo que dos ciudades extraordinarias se fusionan en un vaso en un matrimonio perfecto, eso sí, recordar añadir una rodaja de naranja. Hoy en día se suele servir con hielo en un vaso old-fashioned, o en enfriado en copa. Originalmente, debido a que el hielo era poco común, se servía directamente en vaso con ingredientes fríos de nevera.
¿y el Americano?
Hay varias versiones de donde supuestamente nace esta mezcla de Campari, Vermouth Rojo y soda. La más plausible es la de los turistas estadounidenses que huyendo de la Ley Seca visitaban Italia y pedían el clásico MI-TO siguiendo sus costumbres, es decir, con hielo y bebidas gaseosas. Al verlo los italianos copian esta moda llamándola al estilo Americano.
Ahora si, el Negroni:
La historia del Negroni es ampliamente conocida: Camillo Negroni, conde florentino de sangre inglesa, en el Casoni, café y farmacia en una elegante calle de Florencia. Se acerca a la barra y le pide al barman Fosco Scarselli su americano habitual (vermouth, campari, y soda), pero esta vez “reforzado” con un chorrito de gin. El conde, que había sido un vaquero en Montana, Estados
Unidos, y un jugador profesional e instructor de esgrima en Nueva York, encuentra la bebida “fortificada” mucho más a su gusto.
El Negroni, nacido en Italia, tenía sus admiradores, gozaba del respeto de la crítica y era conocido en su país de origen. Sin embargo, estaba lejos de ser un nombre familiar en América o en el resto del mundo. La historia de este cóctel nos dice que tuvo que esperar algunos años más para llegar a la cima.
No se sabe con certeza la fecha en la que el conde realizó este pedido en la barra; sin embargo, Scarselli lo sitúa entre 1919 – 1920. Una carta de un amigo del Conde fechada en octubre de 1920 lo corrobora. En la misiva, éste le sugiere “No debe tomar más de 20 Negronis en un día”, esto seguramente tiene que ver mucho con la receta de la época, donde seguramente las cantidades alcohólicas eran diferentes y la soda era uno de sus ingredientes con mayor cantidad. Era costumbre de Conde entrar en el Casoni ordenar a voz alta: “¡Fosco, lo de siempre!”. Es muy probable que el cóctel Negroni se propagó rápidamente así, cuando un primer cliente que se acerca al bar ha pedido casi en un susurro: me gustaría un Americano a la manera del Conde Negroni.
Con los años, el cóctel negroni se popularizó siempre más, hasta que su receta se quedó en partes iguales de London Dry Gin, Campari y Vermouth Rojo, adornado con una rodaja de naranja o una piel de la misma.
<<< El Conde Negroni
La presentación de un Negroni clásico >>>
Curiosidades:
- Después de estar muchos años en las top 10 cocteles más vendidos en el mundo (según las mejores coctelerías del mundo), por fin, el el 2021, el Negroni consiguió aplazarse como el cóctel más vendido en el mundo y consiguió superar el líder absoluto de los últimos años, el Old Fashioned. Obviamente este listado no tomó en cuenta los millones de mojitos vendidos en todos los chiringuitos del mundo.
- Este coctel tiene su propia semana de celebraciones, denominada la Negroni Week. Desde 2013, la revista Imbibe organiza junto a Campari este evento en el mes de junio, que además dona parte de las ganancias a causas de beneficencia.
- El Negroni Sbagliato (Equivocado), fue inventado por error en el 1972 en Bar Basso en Milán, por un barman que se equivocó poniendo Prosecco al lugar de ginebra y fue así que nació un nuevo clásico.
Recetas: